CUANDO EL CAMBIO DA SENTIDO A LA MUERTE

El periodismo de investigación se caracteriza por sacar a luz información que está oculta, que en forma intencional no se hace conocer.

También es sabido que una de las características de esta rama, es lo riesgosa que significa su labor. El periodista de esta área debe estar preparado para enfrentar riesgos profesionales, judiciales y personales, tanto físicos como emocionales.

Esto último se puede verificar comprobando los cientos de periodistas que mueren en el mundo, por diferentes causas de investigación, sin referirnos específicamente a los que cubren conflictos bélicos.

Como contrapartida, el investigador siente una profunda satisfacción al descubrir la verdad y develar la situación tal como es y no como la quieren hacer ver. Pero en realidad, la satisfacción mayor se logra, si es que con esa información se producen cambios en la situación, si se hace justicia con la revelación de lo oculto.

En el caso de la periodista irlandesa Verónica Guerín, que investigaba sobre la situación de las drogas en Irlanda y fue asesinada brutalmente, luego de intentar acallar su investigación, responde a lo que debería suceder. Por un lado, la reacción de la opinión pública, miles de personas salieron a las calles en marchas semanales contra las drogas que forzaron a los traficantes a salir de Dublín. Por otro, la reacción de la justicia, antes que transcurriera una semana de su muerte el Parlamento en una sesión de emergencia modificó la Constitución de la República de Irlanda para permitir que la Suprema Corte congelara los bienes de los sospechosos de traficar drogas.

Hace 19 años, aquí en nuestro país, Santiago Leguizamón fue asesinado. Posibles móviles: sus investigaciones y críticas frecuentes a la corrupción en la zona, así como a los negocios ilícitos, como el contrabando, el narcotráfico y el lavado de dinero.

Los resultados han sido muy diferentes al caso anteriormente citado. No han habido más que gritos aislados de ciudadanos, hoy acallados por el tiempo, recordaciones del gremio cada 26 de abril, día del periodista, y una justicia comprometida con intereses particulares y no con el bien común.

Han pasado casi dos décadas y lo único que nos ha quedado claro ha sido la impunidad en la que vivimos. El convencimiento de que la tarea periodística está en manos únicamente de quien la realiza con una vocación profesional y de servicio que va más allá de los resultados, con la convicción íntima de quien ha cumplido su cometido.

Redactado por:

Maria Del Carmen Oronoz