El gobierno encabezado por la presidenta Cristina Kirchner continúa su embestida al cancelar la licencia de la firma Fibertel, también del grupo Clarín, que brindaba servicios de internet a un millón de usuarios, sobre un total de 4,2 millones en el país.
La cancelación de la licencia de Fibertel, de servicios de internet, del grupo Clarín, sumado al proyecto Papel Prensa, hace pensar que el gobierno busca manejar los medios de comunicación, según la opinión pública argentina.
Ya en el En 2009 había quitado al mismo grupo los derechos de televisación por paga de los partidos de fútbol y los transfirió a la televisión pública, que transmite los encuentros del torneo argentino sin costo alguno para el público.
La oposición ve en esta conducta como una estrategia oficial para dominar los medios. “Esta en juego la libertad de expresión”, dijeron.
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