Una cantidad considerable de puestos de venta ocupan la vereda del Centro de Emergencias Médicas (CEM), obstaculizando el paso de transeúntes y poniendo en riesgo la salubridad del centro asistencial.
Carpas de diversos colores, vendedores de comidas, yuyos, cd’s piratas y artículos para celulares, conforman el pequeño mercado que se desarrolla frente al CEM, entorpeciendo la circulación de peatones, el ingreso al centro y por ende, su buen funcionamiento.
“Esto va contra todo principio de salud. Trae suciedad, alimañas, malos olores.”, indicó el Dr. Enrique Bellassai, director del CEM. Así mismo, dijo que en varias ocasiones, intentó trabajar con la Municipalidad de Asunción para delimitar las responsabilidades de ambas instituciones. “Es un problema. Hay veces que vienen los inspectores, los vendedores se van y al cabo de un tiempo vuelven”, expresó.
Foto: www.abc.com.py
Una de las vendedoras, que tiene a su cargo un puesto de comidas, señaló que hace tres o cuatro años se instalaron frente al nosocomio, en donde no pagan ningún canon por la utilización del espacio.
La mujer comentó que aproximadamente a las 4:30 comienzan a trabajar y se retiran del nosocomio pasadas las 15:30 horas.
El hospital central del Instituto de Previsión Social (IPS) corre la misma suerte: improvisados puestos de venta, cuyos propietarios aprovechan la gran afluencia de gente para comercializar, ocasionan los mismos problemas que en el CEM.
Existen normativas que regulan el comercio ambulante para evitar situaciones como las que ocurren en estos centros.
La instalación sin ningún control de estos puestos, frente a los centros asistenciales no solo afecta a la salubridad de los pacientes y familiares, sino que además viola normativas del código sanitario.
El mismo código expresa en el artículo 82: “todo manipulador o vendedor de alimentos, en la vía pública, debe contar con el certificado de salud y, en sus actividades, ajustarse a las normas dictadas por el Ministerio”.
También señala que las personas dedicadas a manipular alimentos y bebidas se sometan a inspecciones médicas periódicas reglamentadas, además de un control del cumplimiento estricto de las medidas higiénicas, para evitar la contaminación de los productos.
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